concierto Metallica en Madrid

Metallica volvía a Madrid en una extensa gira europea con SOLD OUT en todas las fechas programadas, su Worldwide tour hacía su parada en el Wizink center el sábado tres de febrero con una segunda fecha el lunes cinco en el mismo escenario y una posterior en Barcelona. Un show montado en torno a un escenario 360º con una producción sublime e innovadora, con multitud de pantallas LED colgando del techo, fuego saliendo del escenario o drones iluminados girando en torno al escenario.

Teloneados por el grupo noruego Kvelertak, quienes entretuvieron al personal mientras el público se agolpaba cerca del escenario, girando con su tercer trabajo Nattesferd, llevando su rock-metal a las casi 17000 personas que llenaron el palacio de los deportes sonando algo bajo y con una escena idéntica a la que ya pudimos ver en el Download Festival de Madrid del año pasado, pero con la dificultad añadida del escenario 360º, la cual se puede volver extraña para los músicos al estar dando constantemente la espalda a miles de personas, para poder estar de frente a las demás, teniéndose que repartir los músicos por las cuatro esquinas del escenario, para que al menos puedan ver a uno de los guitarras. Las actuaciones adolecieron de alguna pantalla para poder seguir los detalles del concierto cuando los músicos están de espaldas.

Metallica hizo su aparición en el escenario sonando la intro “The Ecstasy of Gold” de Ennio Morricone y “Hardwired”, despachando rápidamente dos de las canciones de su último disco “Hardwired…to Self-Destruct”, álbum sobre el que giraría la mayor parte del concierto, consiguiendo afilar definitivamente el sonido con su ya clásico “Seek & Destroy”, el cual despertó rápidamente a todos sus seguidores y los mantuvo enganchados con el sonido Metallica más rockero del álbum “Master of Puppets”, “Leper Messiah” y “Welcome Home (Sanitarium)”, para acto seguido romper el ritmo del concierto, comenzando con un momento Mayumana de “Now That We’re Dead” en el que los cuatro componentes tocaban tambores aparecidos desde las escotillas del suelo del escenario que dejo perplejo y descolocado al público, siguiendo a esta batucada un “Confusion” que mostró el estado en que se encontraba el público tras lo visto.

Los grandes riffs de “For Whom The Bells Tolls”, no consiguieron remontar con un “Halo On Fire” extendido con un gran detalle hacia el público español tocando “Vamos muy Bien” de Obus, ejecutada de manera algo torpe sólo por Kirk y Robert (el que más ganas puso) sobre el escenario, a quienes se le notaban habérsela preparado con poco tiempo o de mala gana, pero ganándose el cariño del público que coreo la canción con todas sus fuerzas y haciendo lo que les venía en gana, renunciando a temas propios históricos ejecutando de manera magistral «Die, Die my Darling»  de Misfits.

Siguieron sin dar nota mala, con una profesionalidad y un espectáculo 100% calculado, juntando temas nuevos como “Moth into Flame” acompañado por un puñado de mini drones que formaban círculos alcanzando un espectáculo visual único en un concierto, con clásicos de siempre cerrando así el concierto de forma memorable “Sad But True”, “One” y “Master of Puppets”. Regresando otra vez al escenario con la canción que cierra su último disco “Spit Out The Bone”, más cercana al sonido de sus comienzos y cerrando con dos superhits del mítico “Black Album”, la balada “Nothing Else Matters” la cual comenzó con errores y cierta desincronización entre los músicos, finalizando con fuegos salidos del fondo del fondo del escenario al ritmo del brutal riff llena estadios “Enter Sandman”.

Concierto desigual de Metallica, con un show perfecto en lo visual y en la ejecución del mismo sonando todo tan bien y calculado, incluso en las voces, que se hizo frio en multitud de ocasiones, incapaz de transmitir sensación alguna. La pérdida de ritmo del concierto en algunos momentos, y una selección de canciones primando el último disco en exceso, a la historia de la banda hizo que las expectativas (altísimas siempre), no estuviesen a la altura, al mismo tiempo que supuso una llamada de atención a sus viejos fans, advirtiendo que tienen nuevo material y que Metallica seguirá renovándose, con nuevas canciones y nuevas experiencias como las que logran proyectar en su recomendable gira.

Texto: Ramón Bravo Martín