Crónica concierto Frank Turner

Crónica y fotos: Sergio García Lavilla

Concierto perteneciente a la gira presentación del último disco (decimo) del ex frontman de la banda Million Dead, Frank Turner, que lleva por título ‘Undefeated’ primero que autoproduce dentro de su línea de punk-folk que ha ido perfeccionando a lo largo de estos años.

La cita corre a cargo de Live Nation en la Sala But, que como curiosidad ha instalado para este evento el foso, cosa que es de agradecer pese a que al público no le entusiasme.

Para amenizar la espera tenemos a dos teloneros de estilos contrapuestos, pero que combinados, nos acercarían al sonido actual de Frank; el punk-rock de The Meffs y el folk-punk de Skinny Lister.

Los primeros en salir fueron The Meffs, dúo británico liderado por la histriónica Lily Hopkins a la guitarra, mezcla entre Amyl and the Sniffers y Nina Hagen, que al más puro estilo speed metal fue disparando los potentísimos temas marca de la casa. Como punto a destacar una cover de Breathe de The Prodigy, que ante apenas 80 personas, hizo que pareciese que la sala estaba hasta la bandera.

Tocaba el turno a los británicos Skinny Lister, quinteto basado en la dupla Dan Heptinstall (voz-guitarra) y Lorna Thomas (Voces), que nada más entrar repartieron entre el público un recipiente con alcohol cual destiladores clandestinos. El sonido se asemeja mucho a Dropkick Murphys, bajo, guitarra, batería, acordeón y voces, mucho ritmo y mucho desparpajo, mucha fiesta en el escenario durante algo mas de 10 temas que recorrieron sus 6 discos a lo largo de sus 15 años de recorrer escenarios. Temas como Bristol, Colours, Dresden, Rollin, Oxford hicieron las delicias de un público que ya iba llenando la sala a la espera del plato fuerte de la noche.

Ante una sala que no acabó de llenarse, tal vez por tratarse de un lunes y coincidir con Bryan Adams en el Wizink, asaltaba el escenario Frank con el tema No Thank you for the Music, uno de los más potentes de su último disco con el que pone la directa conectando con Girl From the Record Shop en modo Ramones, sin respiro, cerrando el trio inicial con el clásico 1933 con el bajo más pesado en un crescendo típico de grupos teenager a lo Green Day.

El concierto fue un recorrido por su nuevo álbum en los que temas como la más cercana a Pogues como es Never Mind the Back Problems, Pandemic STD, Somewhere in Between, se mezclaban con potentes clásicos como Recovery, Non Servian, Plain Sailing Weather, que dieron paso a la parte acústica de la sesión.

Con Frank solo en el escenario, tocaba descansar de esa tralla de punk folk rock, entrando en la parte más íntima, en la que recordó a su fallecido amigo Scott Hutchison de Frightened Rabbit, con el tema A Wave across the Bay. Les siguieron My Kingdom for a Horse, Be more Kind y The Ballad en modo acústico, algo que en mi más modesta opinión resultó algo largo, quizás con 3 temas hubiese valido.

Con Do Gone tuvimos el momento intento de cantar una estrofa con chuleta al lado del setlist que con alguna que otra deriva, resultó divertido y una forma más de ganarse al público.

Fin de fiesta con la banda al completo volviendo a los rpm iniciales, con los clásicos Do One, Try this at Home muy folkie y previo a bises I Still Believe compuesto en 2011 a modo de swing nos hizo saltar y poguear al estilo punk que quiera o no, corre por sus venas.

Cuatro temas, que supieron a poco para cerrar el concierto, con especial mención a Get Better y Four Simple Words durante el que se dio un baño de masas siendo transportado a volandas por todo el foso.

Buena medicina para empezar la semana y dejar los problemas aparcados disfrutando de la vida como si no hubiese un mañana.

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