Crónica y fotos: Sergio García Lavilla
Concierto fin de gira del segundo disco de la banda mallorquina (aunque afincada en Madrid), que lleva el título homónimo, ‘Cora Yako’ en la Sala Copérnico, en un Sold Out desde apenas salieron las entradas.
Lo que me atrae de la banda es que me recuerda a mi juventud, a los años 90s, cuando a través de la película Historias del Kronen (95), nació lo que se denominó el sonido indie (no lo que ahora se denomina así) encabezado por bandas como Australian Blonde, Dover, Undershakers, Lagartija Nick, la parte lírica de Los Planetas (de hecho, versionan Espiritu Olímpico) siempre pivotando alrededor de Dinosaur Jr.
La cita era en la Sala Copérnico (un clásico de Moncloa) de la mano de Intromúsica, con una legión de seguidores, muchos de ellos sin conocer apenas a los grupos que han influenciado a la banda, pero, a fin de cuentas, qué más da.
Sin teloneros, liderados por la dupla Carlos Sennacheribbo y Luis de Oleza, con un humo químico que parecía el Londres de Jack el Destripador comenzaba la fiesta con Días Nuevos, teletransportando a la peña a los años 90, aunque por poco tiempo, ya que con Réquiem y Azul Oscuro aumentaron las RPM con los primeros amagos de Pogo (sigo pensando que se está convirtiendo en algo que utiliza la gente para otra cosa).
De momento buen sonido, cosa rara en las salas en las primeras canciones, las guitarras suenan potentes con las distorsiones justas, el reverb le queda muy natural, ejemplo en los riffs de Uno Entre un Millón muy a los Smashing Pumpkins.
Desgranaron su último LP integro en el que brillaron con luz propia temazos como Souvenirs (sin la colaboración esperada de Claudia), Campamento Krusty con su estribillo clásico de los Pixies o Weezer en la que letras limpias llevan a estribillos rasgados, Mil formas de morir nos recuerda a Dinosaur Junior (es como escuchar Feel the Pain), las guitarras de Beso en un Portal que nos llevan a sonidos próximos a DIIV.
Gran ritmo de concierto, suenan mejor que bien y se les ve bien asentados en el escenario, con un público entregado iban cayendo los temas, alternando también con viejos conocidos de la banda de su primer trabajo, como Un Mal Sueño o La Peor Idea en las que se ven sonidos mas luminosos, poperos de una banda en evolución, con riffs muy La Mode.
El concierto terminó con la trilogía Fin de Semana y su sonido nostálgico a los bares de Malasaña que albergaban a los primeros grunge que escuchábamos grupos en la MTV (solo para muy cafeteros) los domingos por la noche; con Beso en un Portal parecía finalizar la cita de este viernes y cerramos con Noche Estelar que marca claramente el sonido hacia donde se dirige la banda, un sonido que como hemos dicho, se puede englobar en los grupos indie primigenios con la guitarra como punto fuerte.
Gran concierto y esperamos un tercer álbum pronto que marcará la dirección hacia la que quieren evolucionar, pero creo que van por la dirección correcta (todos los estilos vuelven y ahora está el postpunk, antesala del indie).