Texto y fotos: Sergio García Lavilla
Los días de festival empiezan a pasar factura, que unido al calor que está atizando a Madrid, deja los cuerpos y las carteras bastante maltrechas si no querías estar a agua del grifo a temperatura ambiente (para hacer infusiones).
El tercer día era el que había colgado un Sold Out (70 mil personas), por lo que, viendo las aglomeraciones de días anteriores, no auguraba nada bueno en cuanto a movilidad y evacuaciones varias en lo que eran los baños ratonera centrales.
A diferencia del día anterior, me lo tomé con calma a la hora de ir, ya que no había tenido problemas para aparcar (error), y llegué sobre las 17:30 y, ante mi sorpresa, casi me lo tengo que comer (mal comienzo).
La Senda de los Elefantes (ver crónicas anteriores) ya iba cargada de gente, con paso lento, me dirigí a la entrada de Prensa, que estaba bastante antes de la principal y que fue mi salvación los tres días (un buen punto para la organización).
Y tras pasar por la sala de prensa, con muchos más fotógrafos que en días anteriores, empezó el viaje hacia uno de los días más agobiantes que he tenido en un festival, y el recorrido fue:
· YEARS AND YEARS (19:00)
No llegaba a ver a The Rose, por lo que decidí acercarme a ver a este grupo británico liderado por Olly Alexander, que se mueve en el synthpop con notas House que ya pasaron por Madrid en el último DCODE, para presentar su tercer Lp Night Call (22). Arrancando con Night Call, Sweet Talker y Consequences, todos de su último lanzamiento, pero sin olvidar temas de su primer álbum que les aupó a la fama como Shine y Desire. Ante unos, más que abundantes seguidores, llegó uno de los momentos más esperados con la versión low tempo de Its a Sin de Pet Shop Boys, muy bien ejecutada (falsetes incluidos). Concierto muy digno, bien llevado y cerrado con su mítico King, un hit perfecto para pistas de baile, que quizás quedase un poco desangelado a estas horas y con el calor que hacía.
· LIAM GALLAGHER (18:55)
Nada más finalizar Years salí corriendo (si no lo hacías no te acercabas a menos de 300 metros) hacia el escenario principal, que para mi sorpresa estaba tomado por miles de personas (no es coña) que habían ido entrando directamente para ver uno de los platos fuertes de la jornada de sábado. Aquí no voy a hacer la típica introducción de quién es el cantante, solomente hay que decir que es el hermano malo de Oasis, que al igual que su hermano en el Mad Cool del 2017, revisaba algún tema de Oasis para deleite del personal. No voy a enrollarme en los temas en solitario, pero de un total de 14 temas, sonaron 8 de Oasis que fueron los que mantuvieron el nivel del concierto, con mucho altibajo, pero que Stand by Me, Roll it Over, Slide Away, Cigarettes hacia vibrar a un público que esperaba el momento cumbre con Wonderwall o lo que es lo mismo, la canción del cuñado que solo se sabe esa pero que va con la camiseta de Oasis a todos los lados, tarareada en su estribillo por miles de gargantas. Si hubiese acabado ahí, tal vez el recuerdo de los altibajos habría desaparecido como lagrimas en la lluvia, pero se tuvo que marcar el Champagne Supernova…..en fin, cosas de starlettes.
· MORGAN (21:05)
Tenía que hacer tiempo para Primal Scream y aposté a ganador, dirigiéndome a ver al grupo madrileño capitaneado por Nina y su deliciosa voz. Puro folk de otra dimensión (ver crónica de su último disco) con un estilo entre rhythm and blues, rock suave y hasta funk, que transmite serenidad, alegría, calma…con temas como El Sargento de Hierro, Alone,…pero que supieron a muy poco (no llegaron a la hora).
El recinto del Festival estaba al completo y los primeros problemas de movilidad empezaban a darse, así como los de evacuación de aguas menores, y la gente empezaba a orinar donde podía (esto solo fue el comienzo)
· PRIMAL SCREAM (21:50)
Consigo llegar por los pelos al comienzo de estos escoceses que llevan desde 1982 girando por el mundo.
El grupo liderado por Bobby Gillespie (ex Jesus and Mary Chain) con más de una decena de discos, ya les había visto yo en el Festimad del 97 (que viejo que soy) junto a Rage Against the Machine. Son viejos rockeros que saben llevar un concierto y tienen hits suficientes para que no pares en una hora, y eso es lo que ocurrió. Arrancando con el Movin’ on Up y su sonido más soul (se
acompañaban de un coro de gospell), acompañado de la guitarra de Andrew Innes ataviado con un traje y sombrero. Enlazamos con Jailbird y su irrepetible estribillo, para continuar con la frenética Cant go Back. Espectaculo de muchos quilates que lo estaba posicionando como uno de los conciertos del día, funk, blues, rock, psicodelia, todo cabe dentro de este grupo. Y tras Loaded y Country Girl llegó el apoteósico final con Rocks, quizás el tema más famoso y pinchado en salas de todo el mundo.
Hasta el momento lo mejor del día junto con Morgan, pero tenía muchas expectativas con Red Hot Chili Peppers por lo que me dirigí al escenario principal……Imposible al estar las 70mil personas intentando ver a los californianos, autentico reclamo del día, al igual que fue Metallica en el del 2022.
· RED HOT CHILI PEPPERS (22:55)
Logré situarme entre las dos barras principales, lejos, muy lejos, pero es que no cabía un alfiler (mucho riesgo) que a la postre ni tan mal (tenía la cerveza a mano y podía charlar con la gente). La torre de sonido tapaba casi todo el escenario, pero se oía bien y se podía ver por las pantallas laterales, al contrario que en los laterales que se veía mejor, pero sonaba un poco a lata.
Pues bien, a lo largo de 16 canciones, hicieron un repaso de sus discos menos conocidos, lo cual no contribuyó a la fiesta, tocando únicamente tres temas de Californication, uno al principio que engañó a la gente como fue Around the World y que no tuvo hasta Like it Dirt (de los más flojos) otro del mismo Lp, cerrando con Californication en el 12 con un jam extendido de bajo, que puso otra vez en pie a los cuñados de Red Hot. Tras By the Way se retiran (no será verdad) pero vuelven para tocar un par de temas del inedito Blood Sugar Sex Magic (91) que son la lenta I Could Have Lied (mala elección para cerrar en vez de Under the Bridge) y el archiconocido Give it away.
Del Mad Cool de este año quizás la mayor decepción de todas, hasta tal punto que podríamos llamarlos Red Soft Chilli Candies.
Aun quedaba una esperanza, entre gente meando por todas partes (ellos, elles, ellas…..), borrachos por los suelos (despiertos y dormido), conseguí llegar al escenario donde cerraban festival los británicos The Prodigy tras la muerte de su principal icono Keith Flint en 2019.
· THE PRODIGY (00:50)
No hay palabras para definir lo que viví, solamente decir que el que no estuvo en el concierto de The Prodigy no estuvo en el Mad Cool del 2023. A lo largo de una veintena de temas de todos sus Lps, no hubo un momento de respiro, pogos, baile, techno, rave, metal industrial, punk, big beat…yo que se Pura Fiesta, puro extasis, lo MEJOR de los tres días.
Empezar directamente con Breathe lo dice todo, bass and drum puro, sin artificios, fiestaaaaaaaaa……..con un estribillo adictivo, Everybody is in the Place, Voodo People, Wild Frontier, Climbatize, dieron paso a Firestarter con el holograma del fallecido Keith con un estruendo del publico que se oyó hasta en Madrid.
Need some One, Poison y Smack my bitch up generaron Pogos por todos los lados cual huracanes de fiesta. No podía acabar, no debía acabar, pero solo quedaban 4 temas más (cual cenicienta a las dos cerraba el local), empezando con Take to the Hospital y el pelotazo Invaders must die para terminar con Out of Space, uno de los temas icónicos de su primer disco The Prodigy Experience de 1992 pero recortado para desaparecer y cerrar lo que fue para mi el climax de un Mad Cool lleno de luces y de sombras.
A modo de reflexión y como conclusiones finales:
Demasiada gente en un recinto mal distribuido que generaba problemas de movilidad que no son achacables a la inexperiencia, sino más bien a la necesidad de meter patrocinadores a toda costa, a riesgo de generar embudos.
La Fibelización del Mad Cool empieza a ser preocupante, ya que pierde su esencia de la Caja Mágica, con grupos británicos como reclamo para inmensas manadas de ingleses que se creen que esto es Magaluf.
El tema de los baños ha sido lo más comentado y con razón, ya que no era lógico que solo hubiese en el centro del recinto con una única entrada y salida para todo el mundo. Esto provocó que la gente acabase orinando en las paredes que delimitaban el recinto, barras, vasos de mini, y no solo los hombres.
Demasiados escenarios solapando grupos del mismo estilo impidiendo ver una línea de estilo un mismo día. Eso provocaba que gente prefiriese la tómbola del vibramahou o el Loop para pasar el rato, con solapes realmente escandalosos como Kaleo con Mumford.
La cobertura bastante mala, pese a potenciar la señal, que dio problemas en las recargas del primer día.
Como puntos a favor, pues que os diría, que las barras eran más abundantes y no se formaban tantas colas como en el Ifema, pero con unos precios para extranjeros. La gestión de los accesos vigilados por policía, la zona de prensa muy cuidada, la cantidad de vigilancia privada.
He estado en varios Mad Cool y quiero deciros que este, de momento es el más flojo, no se si por la cantidad de festivales que coincidieron ese fin de semana BBK y Cruilla, que dejaba pocas opciones de mejora, por lo que le daría un 6, y gracias a Prodigy y algún otro grupo más.
¿Volveré el año que viene? Pues sí, pero creo que será el punto de inflexión para remontarlo o acabar de hundirlo en un festival para ingleses, que espero que no ocurra.
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