Crónica y fotos: Sergio García Lavilla
A veces un álbum perfecto llega en el momento perfecto, eso es lo que pasó con el álbum debut homónimo de los neoyorquinos The Pains of Being Pure at Heart (09). Tal vez no eran novedosos, pero recordaban al sonido indie de grandes bandas de los 90 como My Bloody Valentine, The Jesus and Mary Chain, Teenage Fan Club… entre otros, con sus guitarras calidas y letras elaboradas.
La banda, compuesta por Berman, Peggy Wang, Kurt Feldman y Christoph Hochheim, vuelve a girar para celebrar el decimoquinto aniversario del disco que les dio la fama, tras su disolución en 2019.
El lugar elegido para Madrid es la sala Lula Club, de la mano de Intromusica y Houston Party, con el cartel de Sold Out colgado (ojo que son 1.200 personas), que pese a ser domingo, no afectó a una legión de seguidores nostálgicos de una de las bandas que más calaron en España desde que vinieron al Primavera Sound del 2009.
Para amenizar la espera, la telonera elegida por la banda, es Cristina Quesada (Elephant Records) una joven majorera que a lo largo de 10 temas nos mostró su polivalencia a la hora de cantar en castellano, inglés y un italiano desvergonzado, temas muy poperos que van desde la ítalo disco hasta el pop más vintage de Los Fresones Rebeldes o TCR. Mención especial a la magnífica cover de Family en Viaje los Sueños Polares con la que cerró la previa mientras acababa de llenarse la sala.
Con el clásico humo del Lula tomaban posiciones Berman y compañía, para dar comienzo al homenaje con Contender, que pese a la rotura de cuerda de la guitarra logró salvar sin apenas notarse. El concierto transcurrió por el directo integro del disco homenajeado, en el que brillaron Young Adult Friction, Stay Alive, Hey Paul con algún que otro problema con el ampli del bajo que se solucionó rápidamente.
El sonido es muy bueno, pero la iluminación muy cargada de azul y rojo, impedían ver más allá del cantante y la teclista, además, el humo continuo, a veces llegaba a molestar (hizo toser al cantante un par de veces).
Tras una breve despedida, nos iban a regalar unos cuantos temas adicionales, empezando por Doing All the Things y sus guitarras melódicas, Say not to Love con sus estribillos clásicos a lo Nada Surf, las bajas bpms de Ramona al más estilo Joy División, o como previa al último tema, Belong, un tema más guitarrero en tempos más cercanos al malogrado Kurk Cobain.
No había otra manera que despedirse con el tema The Pains Of Being Pure At Heart, que fue incluido en el primer EP de la banda en 2007 y que cerraba el circulo de la banda con el público que disfrutó de una noche en la que se volvió a los años 90s (por la música) con un grupo muy querido por el público español.
Hay música que por mucho tiempo que pase siempre estará en nuestros corazones.