Crónica: Blanca Serrano Beltejar
“CUANDO LA VIDA ES UNA MIERDA NECESITAMOS BAILAR”. Brava Madrid 2023 PRIMERA EDICIÓN DE UN FESTIVAL LLENO DE VIDA.
Brava Madrid, un festival lleno de color, baile y libertad. Un festival que va mucho más allá de la música, un festival que busca ser un lugar seguro y sobre todo hacer bailar y disfrutar a todos los presentes.
El pasado fin de semana más de 30 artistas internacionales y nacionales se daban cita en Madrid para hacer bailar y cantar a todos los presentes en lo que ya muchos llaman el “Orgullo 2.0”. Entre los tres escenarios del festival, el Brava, Pop y electrónica se pudo disfrutar de los mejores shows, que no dejaron indiferente a nadie. Más allá de la música, el Brava es una experiencia única. Con las Dragqueens más importantes de España, un Tarot, un bingo o un set de maquillaje para dejar a todos los asistentes brillantes.
Vicco fue la encargada de dar el pistoletazo de salida al festival el viernes 22 de septiembre, seguida de artistas como Yenesi, Jimena Amarillo, Belén Aguilera y Samantha Hudson, que amenizaron la tarde y el principio de la noche a todo aquel que se acercaba a escucharlas. Cerca de las nueve y media, en el escenario principal, Melanie C, uno de los platos fuertes de la noche congregó a muchos curiosos. La ex Spice girl removió el corazón de los más nostálgicos cantando algunos de los éxitos de la ya extinta girl-band y aprovechó para mostrar un poco más de su trabajo en solitario.
Tras ella, en el escenario pop, Ladilla Rusa dio a su público lo que este esperaba: Un concierto divertido, en el que, quedarse quieto era imposible. Cómo no bailar al ritmo de “Macauley Culkin” sin dejar de brindar y dejar claro que “esto es una fiesta”.
Una marea rosa inundó rápidamente el escenario principal para disfrutar del cabeza de cartel, Mika, que no dejó a nadie indiferente. El cantante conectó con el público desde el principio a pesar de que no se le oyera muy bien. “Pienso que una canción que habla de amor no tiene mejor lugar que un festival como Brava Madrid. Todo es libertad” y ya con todo el mundo en el bolsillo, empezó a sonar Everybody is gonna love today. El público empezó un baile que no se paró ni en el emotivo Happy Ending que marcaba el inminente final del que sin duda fue el mejor concierto del fin de semana. No solo el público disfrutó de este concierto, el propio Mika cantaba y disfrutaba como nadie, saltando por el escenario y bajando a cantar Big girl entre un público entregado por completo a él y todo lo que su música provoca. “Cuando la vida es una mierda necesitamos bailar”, sentenció el cantante antes de hacer sonar su mayor éxito, Grace Kelly, y dejar a todo Madrid en una nube.
Lolahol fue la encargada de abrir la tarde del sábado. El festival dejó atrás el dresscode de todo al rosa para pasar a uno más Flow 2000´s , que cada uno interpretó como quiso. La hija de Madonna se adueñó del escenario principal. Sin embargo, el show no fue nada del otro mundo. Algunos se iban acercando a ver qué hacían en el escenario ella y sus dos bailarinas. Pero, el escenario principal se les quedó demasiado grande y muchos de los asistentes no se quedaron ni siquiera a ver cómo terminaba.
En cambio, Marta Sango, desde el escenario pop puso a bailar a todos los presentes y tanto ella como sus bailarines,que no dejaron de sonreír emocionados en todo el concierto, contagiaron la alegría a todos los que se acercaron a escucharla. La cantante aseguraba que la energía que le transmitía el público no la había sentido nunca y no dejaba de dar las gracias a todos por estar allí. Qué más quieres de mí hizo bailar y sobre todo cantar a un público totalmente entregado. La cantante además interpretó la canción que escribió nada más salir de la academia de OT, por ti , y, sin dejar de agradecer y sonreír, terminó el concierto con su último single lento rápido. Al terminar Marta, muchos de los presentes se acercaron al escenario principal a escuchar a Loreen, la última ganadora de eurovisión. Pero, en cuanto cantó sus dos canciones más conocidas, Euphoria y Tattoo, la mayor parte del público se fue a disfrutar de los demás conciertos, sin esperar siquiera a que la cantante se despidiera.
Rápidamente el escenario pop se llenó de “dosmileros” dispuestos a darlo todo al ritmo incansable de Luna Ki. La catalana no dejó a nadie sin bailar, ni siquiera a su abuela, que en un momento dado se asomó al escenario para disfrutar del show de su nieta. Luna ki y sus bailarines hicieron disfrutar a los presentes con un concierto lleno de diversión, en el que se colaron algunas colaboraciones y sobre todo, los mayores hits de la cantante como Dispara, Septiembre o Voy a morir.
Sugababes fueron las encargadas de mantener el ánimo de los presentes bien arriba desde el escenario principal. Las intérpretes supieron darle a su público lo que buscaba. Con un show lleno de música en todas sus formas, desde momentos de subidón, hasta algo más en calma con una guitarra acústica. Durante el concierto las artistas cantaron gran parte de su repertorio como Hole in the Head, Ugly y, pusieron finalmente a bailar a todo el público con sus mayores hits, con los que cerraron un concierto lleno de emociones, Freak Like Me, Round Round y About You Now. Los encargados de cerrar el festival con un concierto de los más esperados del fin de semana fueron Ojete Calor. Un dúo que triunfa allá dónde va y sabe hacer disfrutar a todo el que va a verlos.
Esta primera edición del Brava Madrid ha dejado claro que se puede hacer un festival con un cartel repleto de mujeres y que Madrid es un espacio seguro en el que cabemos todos. El festival cierra con un éxito rotundo y con fechas para el año que viene. Veremos qué nos espera el 20 y 21 de septiembre de 2024.