Pese a que mucha gente lo desconoce, Madrid es la ciudad donde se mueve el mayor circuito de Soul y el Rhythm n’ blues del país, unos géneros que pese a levantar pasiones y tener entre si a varias de las grandes leyendas de la música (sobretodo 60’s y 70’s), sigue siendo un gran desconocido para el público general. Como no podía ser de otra forma el Soul tiene su espacio dentro del cargado calendario de festivales y el pasado fin de semana se celebro en Madrid la que ya es la VI edición Black is Back!, un festival Soul que nació desde la humildad y la pasión por este genero y que entre el sábado y el domingo se dio tras los muros de Conde Duque, con un patio central que colgó el Sold out en la jornada del sábado. La edición de 2017 de Black is Back! se presentaba con un cuidado cartel que sólo necesita contemplar ocho nombres repartidos en cuatro bandas por día con seis horas de grandes conciertos y un solo escenario en un lugar idóneo como es Conde Duque.
La jornada del sábado comenzó a las ocho de la tarde con The Lucilles, la banda bajo la tutela de la mexicana Lucille Hurt abrió el festival con un buen concierto de Soul con todos los ingredientes puestos sobre el escenario con un maravilloso bajo, sección de vientos con tres componentes, dos coristas, batería, teclados y guitarra, lo que sería una superbanda con diez personas sobre el escenario se convierte en tónica habitual en un concierto de Soul. Dejando el paso a una tremenda Shirley Davis con su banda The Silverbacks, con un guitarrista soberbio puso unas notas de soul con leves toques de Funk, dejando un concierto monumental con una banda hecha a medida de una cantante con una voz privilegiada que caló hondo en el público.
Empezaron a llegar los pesos pesados del sábado con Stone Foundation, la banda inglesa con un último disco producido por el gran Paul Weller, brilló con un concierto de auténticos profesionales en el que sonaron redondos , levantando los ánimos del público y dejando con ello el escenario perfecto para el que posiblemente fuese el concierto del festival, Vintage Trouble. Los americanos lo dan todo sobre el escenario, siendo la banda con menos miembros del festival y con una formación clásica de banda rock (guitarra, bajo y batería, a la que han añadido un teclado) no dejaron prisioneros, con un frontman como Ty Taylor a la cabeza es más sencillo montar un espectáculo como el que montan, con el bueno de Ty haciendo de las suyas con una voz portentosa acompañada de continuos bailes, saltos y poses de todo tipo ideales para la foto, hizo que el escenario traspasase su propio espacio, llegando a salir de él cantando al lado de las últimas filas del concierto haciendo que todo Conde Duque apuntase el nombre de Vintage Trouble en negrita como uno de sus grupos en directo favoritos.
La tempranera jornada del domingo, comenzó media hora después de lo esperado con Tito Ramírez tocando sólo veinte minutos bajo el sol de la ola de calor que asola Madrid en estas fechas, con un conciertazo se dio a conocer a todos los que no le conociesen ya, con una mezcla de géneros que va desde el soul hasta el mambo con un puñado de canciones que sonaba ideal tanto como para los más alternativos como para todos los menores que estaban allí a esa hora. Tras la pausa de media hora entraría como un autentico ciclón Marta Ren & The Groovelvets, con una presencia en escena cercana a la que podría tener Imelda May, derrochó fuerza y energía a raudales poniendo de manifiesto que no estamos solos en la península y que quizás deberíamos prestar más atención a la una escena portuguesa que no se le hace todo el caso que se le debería hacer y es que la música no es sólo cuestión de americanos e ingleses, como también mostraría mas tarde el francés Ben L’Oncle Soul, un auténtico soulman que en directo añade elementos poco comunes al género como scratchings o beatbox haciendo sus propias versiones en su mayoría de canciones de Frank Sinatra.
Antes del concierto del francés todos pudimos presenciar el concierto de uno de los grandes nombres del Soul, William Bell, el cual dio un concierto magnífico, que ganaba y lograba emocionar en las partes más serenas donde el volumen de los instrumentos disminuía para dar así más importancia a su bien conservada voz a los 77 años que nos dejó canciones para el recuerdo como “You Don’t Miss Your Water”, “Everybody Loves a Winner” o “Everyday Will Be Like a Holiday”.
No se puede salir más contento del Black is Back!, un festival no masificado para degustar las mejores bandas Soul del presente y el pasado, donde no hay concierto malo o siquiera regulero, un evento único que le da especial importancia a la música Soul, dotando al festival de algo único de lo que otros muchos carecen, y no es otra cosa que alma.
Texto: Ramón Bravo Martín