Crónica Taylor Swift en Madrid

Crónica: @mr.barciela

Después de 13 años sin visitar España, Taylor Swift hacía ayer su aparición en Madrid para presentar su esperadísimo “The Eras Tour”.

Con un sol de justicia sobre la capital de España, me dispuse a vivir en mis propias carnes el fenómeno Swift y desde muy pronto pude comprobar como en el ambiente se respiraba que íbamos a vivir uno de los conciertos que haría historia en Madrid. Durante mi camino en la línea 10 de metro pude comprobar como todas las estaciones se encontraban abarrotadas de seguidores y seguidoras que se dirigían al Bernabéu y cómo las inmediaciones del estadio estaban literalmente tomadas por legiones de swifties que esperaban el comienzo del concierto y que hacían muy difícil caminar hacia los accesos.

Para mitigar la espera, las miles de seguidoras y seguidores aprovecharon para intercambiar las denominadas pulseras de la amistad que los identifica como fans de la estrella norteamericana y que están formadas por pequeños abalorios de colores que hacen referencia a cada canción de la artista o bien a alguna mención hacia ella, etc…

La cantante, nacida en Pensilvania el 13 de diciembre de 1989, es una de las artistas que más ha crecido en el panorama musical internacional. Con once discos de estudio a sus espaldas ha conseguido a lo largo de su carrera, encumbrar los números uno en las listas de música en todo el mundo. Empezó, siendo muy joven a componer sus primeras canciones al estilo country para ir evolucionando hasta la actualidad donde se ha convertido en la figura más importante de la música pop a nivel mundial.

Desde primera hora, en el interior del Bernabéu, la temperatura debido al calor que hacía ese día, era muy alta y a pesar de que el techo retráctil estuviera cerrado, posiblemente con la intención de mantener mejor la climatización, esto no ayudó, ya que, a mi juicio, provocaba efecto invernadero y ello sumado a las 65.000 personas que nos encontrábamos en el interior hacía que la temperatura fuera todavía más elevada. He de mencionar y
valorar la buenísima iniciativa de la organización ofreciendo gratis agua durante el previo y el concierto a los asistentes en la pista.

A las 18:56, con algo de retraso, la banda telonera Paramore salía al monumental escenario montado para la ocasión. Agrupación que, a mi juicio, podría presentar un show por ellos mismos, ya que considero que es un grupo consagrado y que sin duda fue un regalo para los asistentes poder disfrutar de la banda antes del esperado show. Interpretaron canciones legendarias como “Still into you”, “The Only Exception” o su aclamado éxito “Misery Business”.

A las 20:10, en la gran pantalla del escenario, un reloj hacia la cuenta regresiva de dos minutos, provocando un monumental estruendo en todo el estadio. Una vez finalizada la cuenta atrás, aparecieron sobre el escenario enormes estructuras, manejadas por bailarines y que simulaban pétalos, se fueron abriendo y dejaron ver al cuerpo de baile que acompañaría a la artista. En último lugar hacía su espectacular aparición la esperadísima y
gran Taylor Swift interpretando “Miss Americana & the Heartbreak Prince” y “Cruel Summer”, provocando un estruendo que hacía temblar todo el Santiago Bernabeu.

Durante el show, la cantante iba siguiendo el set list que todo buen seguidor conocía mejor que sus propios apellidos. Taylor iba haciendo un recorrido por todos sus discos, interpretando las canciones más representativas de cada uno de ellos. Por tanto, el
concierto estuvo dividido en varias partes según el disco en el que se encontraba, no faltando cambios de vestuario y de escenografía; desde una oficina con mesas, ordenadores y oficinistas a una pequeña cabaña en un bosque de fantasía, entre otros. La gran pantalla led montada sobre el escenario conseguía teletransportarnos a cualquier lugar de sus exitosos álbumes. Los guiños a sus fans españoles, mediante saludos y palabras en castellano durante las canciones, hacía que los fans consiguieran estremecer todo el Santiago Bernabéu. Sonaron éxitos como “We Are Never Ever Getting Back Together”, “Shake It Off”, “Blank Space“ o “Karma” canción con la que finalizó su magnífico e impecable show.

A parte de coreografías en enormes plataformas que subían y bajaban, dependiendo del momento, fuego y juegos de luces e imágenes, también hubo momentos para la pausa y el recogimiento, utilizando únicamente su voz acompañada de una guitarra acústica y el piano. Para sus dos canciones sorpresa para este show, Taylor interpretó “Sparks Fly” y “I Look in People´s Windows”, partes muy emocionantes para todos los fans.

Para muchos, su música y figura es un producto musical y comercial, la cual atrae a millones de personas y mueve ingentes cantidades de dinero a su alrededor, para otros, el poder que tiene y transmite tanto con sus letras como en los conciertos, hacen de ella que sea la número uno en todo el mundo. Sin ninguna duda todos los artistas son diferentes y caer en la comparación sería absurdo, no sabemos si Taylor pasará al olimpo de las grandes estrellas en el mundo de la música, pero los números que está cosechando auguran un futuro tan prometedor como lo está siendo su presente.

El nuevo Santiago Bernabéu tuvo, en la tarde/noche de ayer, un gran estreno internacional con la presentación de la cantante estadounidense, en un concierto que se alargó durante tres horas y media y que sin duda será muy recordado por todos los asistentes.