Crónica: Blanca Serrano Beltejar
UN “SIEMPRE JOVEN” ROD STEWART REVOLUCIONA MADRID:
Son las 21:15 y el aforo del Wizink Center está prácticamente completo. El recinto acoge a un público emocionado y totalmente listo para su cita con el británico, que aún se hará de rogar veinte minutos más. Pasadas ya las 21:30, justo cuando el público empieza a impacientarse, aparecen en el escenario el teclista y el batería del artista, que, aún con las luces de la estancia encendidas, empiezan a dar ritmo a la velada, acompañados del sonido de unas gaitas que ponen en pie al público. Pronto se apagan las luces y escoltado por cinco de sus coristas entra por fin el protagonista de la noche, el incombustible Rod Stewart.
“Adicted to love” es la canción encargada de dar el pistoletazo de salida a las próximas dos horas de concierto. Dos horas llenas de versiones y tributos a viejos amigos del cantante, entre las que se colarán algunas canciones de su propia discografía, como “You Wear it Well”. Con la que el artista demuestra que, pese a todo, el tiempo apenas ha pasado por él.
Después de una versión de “Ooh La La” y de “Some Guys Have All the luck”, canciones que el público corea a todo pulmón. Un emocionado Rod Stewart se sitúa en el centro del escenario y, tras dar las gracias a su público por “una noche maravillosa”, comienza a hablar de su vieja amiga Tina Turner. Una de sus coristas es la encargada de cantar junto a él “It takes two” haciendo honor a la versión que ambos artistas interpretaron juntos años atrás.
El artista estuvo totalmente arropado durante las dos horas de concierto por una gran banda. Formada por siete hombres encargados de las guitarras, la percusión, los teclados y un saxo que hizo vibrar al público con varios solos. Y seis mujeres, encargadas de bailar junto a Rod, hacer los coros y deslumbrar a los asistentes con los solos de un arpa y dos violines.
Tras revolucionar el recinto con “Forever Young”, el artista invita a su público a sentarse para disfrutar con “I don´t Want to Talk About it” y “The First Cut is The Deepest”. Una muy bien recibida “Maggie May” vuelve a poner a todo el Palacio de los deportes en pie. Que pronto vuelve a emocionarse junto al cantante con “Baby Jane”, su versión de “I´d Rather Go Blind”, “Young Turks” y “Rhythm of My Heart”, que interpretó con un traje Azul y Amarillo, representando los colores de la bandera Ucrania. Además, acompañó la canción con un pequeño discurso con la intención de reivindicar y apoyar al pueblo ucraniano.
Mientras Rod salía del escenario para cambiarse de vestuario de nuevo, sus coristas hicieron bailar a todo el WiZink con su versión de “I´m so Excited” de The Pointer Sisters. Pronto el artista reapareció en el escenario para realizar un nuevo tributo, esta vez a Jeff Beck con su versión de “People Get Ready”. Así, el artista y su banda dan comienzo a la parte más íntima del concierto, sentados en taburetes en el centro del escenario e iluminados por una luz más tenue comienzan a interpretar “You´re in My Heart”, “Tonight´s the Night” y un “Have I Told You Lately” que terminó de emocionar a todos los asistentes.
El cantante salió del escenario para cambiarse de ropa por última vez y sus coristas volvieron a mostrar su gran potencial con una gran versión de “Lady Marmalade”. Esta versión de la famosa canción de LaBelle, dio paso a un brillante Rod que salió de nuevo al escenario dispuesto a poner a bailar a todo su público por última vez antes de despedirse. Cantante y corsitas empezaron a lanzar balones al público mientras interpretaban la emblemática “Da Ya Think I´m Sexy?”. El cantante grita un “good night Madrid” que retumba por las paredes del Wizink Center y él y su banda al completo se sitúan en el centro del escenario de nuevo para dar paso a los primeros acordes de “Sailing”, canción que pondrá punto y final al concierto.
Con todo el público en el bolsillo cantando a coro la letra entera, el cantante y sus coristas se despiden con unas gorras de capitán de barco simulando la llegada del barco a puerto. “Good night my Friends, thank you so much”, son las últimas palabras del cantante antes de abandonar el escenario. Aunque, el público se resistió a creer que aquello acababa y se quedó cantando hasta que se encendieron por completo las luces del Palacio…