Crónica eventos Madrid

Crónica: Víctor Robi

Si hace unos días nos acercábamos a ver la progresión de unos británicos, hoy tocaría la de otros compatriotas suyos Nothing But Thieves. Ya queda lejano ese 2015 y su álbum homónimo que era una remezcla de buenas intenciones, pero todas aún por desarrollar, para el que escribe parecían unos discípulos de uno de los profetas del rock alternativo de la isla como son Muse.

Si bien tras 5 álbumes de estudio y coquetear con buen criterio con el pop, la electrónica y los ritmos bailables están lejos de esa proyección. Los componentes son Conor Mason (voz principal y guitarra), Joe Langridge-Brown (guitarra principal), Dominic Craik (guitarra rítmica y teclados), Philip Blake (bajo) y James Price (batería).

A diferencia de otros grupos que dejan para el final sus mejores temas, estos empiezan dándolo todo con Welcome to the DCC y Is everybody going crazy?. Ante esto la Riviera responde con creces, recordemos que agotaron con meses de antelación.

Se van sucediendo los temas, y tanto los más rockeros como los más parados suenan de manera espectacular, añadida ese chorro de voz que tiene el  frontman como nos demostró en City Haunts. La complicidad con el público es total. No en todos los conciertos, y más en otra lengua, se ve corear al público los temas y seguir los bailes de Conor como si de un hipnotizador se tratara.

Como he comentado ya anteriormente, todo funciona como debe y sacan su lado más hardcore con Ce n’est Rien / Gods / Number 13 haciendo que la Riviera explote a base de saltos. Tocó el momento de ponerse románticos con el Lover, Please Stay donde pudimos volver a comprobar la maravillosa y característica voz que tiene.

Además, siempre atento al público paró el concierto por un mareo de un asistente de las primeras filas, una vez atendida la persona pudimos disfrutar de otra vieja joyita como es Trip Switch, y si también el público se la sabía para los asistentes de esa noche no había tema malo o de desconexión.

Para Impossible llamó al público a cantar aún más si era posible y se notó una conexión mágica entre banda y público, se cerraría con Pop the balloon. Para el bis reservarían su último tema Oh No :: He Said What? y un melocotonazo como Ámsterdam.

Claramente, se puede decir que Nothing But Thieves están en un momento dulce y su directo así lo demuestra, tanto por sus temas como la actuación en sí como por la conexión que consigue con el público se nota que la banda disfruta de lo que hace y no van con el piloto automático.

Solo me queda recordar que volverán a tocar en Madrid en el Mad Cool, así que ya sabéis si os gusta el rock como el pop y queréis ver una banda en su momento es esta.