Crónica de Melendi en Madrid

Crónica: @mr.barciela

Corría el año 2003 cuando un joven asturiano, apodado con el sobrenombre de Melendi y tocando por rumbas, irrumpía en el panorama musical con un disco que llegaría para quedarse en el imaginario de todos sus seguidores y de la música española. “Sin noticias de Holanda” fue el primero de sus álbumes y el más querido de su larga carrera discográfica, compuesto por un puñado de canciones rumberas y letras controvertidas que hablaban del mundo del narcotráfico. Tras 20 años de su lanzamiento Melendi reedita ese álbum con el nombre “20 Años Sin Noticias” y junta a varios amigos artistas para colaborar en los temas más representativos del disco y lanzarse a la carretera para volver a interpretar canciones que él nunca pensaba que volvería a cantar sobre un escenario..

Con todas las entradas vendidas, al igual que para los próximos dos conciertos, que el cantante asturiano dará en el Wizink Center, la noche de ayer era de estreno, donde se daban cita dos generaciones para rememorar viejos momentos de la adolescencia unos y otros para escuchar por primera vez en directo esas canciones que tanto habían escuchado, pero quizás por tiempo vital, nunca tuvieron la oportunidad de disfrutarlas, curiosidad ésta que el propio artista quiso remarcar durante el concierto, comentando que para él era un gusto poder ver en las primeras filas a chicos y chicas en torno a los veinte años. Esto le hacía confiar en el futuro y pensar que las próximas generaciones serán mucho mejor.

Como es sabido, una buena estrella ha de hacer esperar a su público. A las nueve y cinco de la noche, Melendi hacía su aparición, junto con su banda, para comenzar con “El Parto” y seguidamente con “Piratas del Bar Caribe”. Los éxitos que la gente había acudido a escuchar no se hicieron esperar, “Con la Luna Llena” como tercera canción, de un set list plagado de éxitos que llenaría de nostalgia y emoción al público presente. Después vinieron temas como “Quisiera yo saber”, “Sin noticias de Holanda”, “Vuelvo a Traficar”, “Caminando por la Vida” entre otros. Para “Un Violinista en tu Tejado” el cantante asturiano quiso hacer hincapié en la importancia de las nuevas generaciones y cómo los jóvenes artistas pueden transformar temas de otros compositores y traerlos al presente para darles una nueva versión renovada, como hizo el joven músico Saiko, con este tema.

A la hora de tocar “Billy el Pistolero” Melendi aprovechó para presentar a toda su banda y contar a su público, lo complicado que fueron los primeros años de su carrera, pero también remarcar la suerte que tuvo al encontrarse en el camino a personas que creyeron en él y que gracias a estos, está donde está. Después de este tramo, el artista tenía preparada una ráfaga musical, con varios de los temas principales del disco que pone nombre a su gira, como “Un Recuerdo que olvidar”, “Sé lo que hicísteis”, “Mi rumbita pa tus pies” y “Hablando en plata”, volviendo a enloquecer a todos los presentes del Wizink.

En la recta final del concierto se produciría uno de los momentos más emotivos de la noche y fue puramente improvisado. Gracias al fallo en el micrófono de Melendi, cuando se disponía a cantar “Un jardín con enanitos”, el sistema de sonido impedía que se le pudiera escuchar, momento este que aprovechó el público para tomar las riendas y todos al unísono comenzaron a interpretar la canción y a iluminar el pabellón con sus teléfonos móviles.

Canciones como “El Nano”, dedicada a Fernando Alonso, “Arriba Extremoduro” y “Canción de amor caducada”, presagiaban que el final del concierto estaba a punto de llegar.

Si como decía en un párrafo anterior de esta crónica, una buena estrella tiene que hacerse de rogar a la hora de empezar el show, de igual manera y llegado el momento, tiene que desaparecer del escenario para que su público le pida una canción más antes del final del concierto y como no podía ser de otra forma, Melendi ponía el broche final a esta celebración con “Gracias por venir” y “Lágrimas desordenadas”.