Concierto perteneciente a la gira presentación del último, y quizás, el mejor disco de la banda Colder Streams (2022), y que a la postre, ha sido el álbum póstumo de la banda de Dallas Good, que junto con su hermano Travis, el bajista Sean Dean y el batería Mike Belitsky fundaron allá por 1994 en Toronto.
Estamos ante una de las mejores, y más versátiles bandas, que compaginan el más enérgico rock garajero, western surf, sin olvidar los toques de country rock, bluegrass y psicodelia, todo ello mezclado con exquisito gusto, tal y como hacían los alquimistas en lo más profundo de sus laboratorios.
La gira estaba prevista para finales del 2021, pero por motivos que todos conocemos, se pospuso para este 2022, como ha ocurrido con muchos grupos del otro lado del Atlántico; pero lo que no nos esperábamos, era la pérdida de Dallas, una baja significativa, ya que era, junto con su hermano uno de los vocalistas (algo parecido a lo que les ocurrió a los Secretos con la muerte de Enrique Urquijo).
Los amigos de SON Estrella Galicia han elegido la sala Independance para el evento, en este caso acompañanados por el dúo, de los también canadienses, Kacy & Clayton apadrinados por el mismísimo Jeff Tweedy (Wilco).
Al entrar es como si me hubiese transportado al Station Inn de Nashville, con un público muy ecléctico, pero con un mismo denominador, amantes del garaje-surf, que, con una cerveza en la mano y un ambiente tenue, esperaban con impaciencia y con cierta inquietud, el show que darían Sadies sin uno de sus pilares fundamentales.
A las 20:15 salen al escenario Kacy y Clayton, con un look colonos del lejano oeste y un par de guitarras acústicas, nos deleitaron con un repertorio basado en melodías folk (herencia de The Band) creando un ambiente embriagador, en la que la dulce voz Kacy, con un timbre de voz muy parecido a Joni Mitchell, Joan Baez o Carole King, hicieron las delicias del personal. Temas como Plastic Boutique, Wood View y Providence Palace permitían disfrutar de un más que bueno empaste de voces.
A las 21:00 en punto y sin casi ni un segundo de respiro, arrancan los primeros acordes de la psicodélica Stop and Start
que nos transportan a finales de los 60 que podría haberla firmado el mismísimo Syd Barrett, para enlazar con More Alone, una canción dura que hace referencia a la muerte por sobredosis de un amigo, con un increíble ritmo lento con distorsión de la guitarra de Travis.
El ritmo del concierto es alto, enlazamos con el potente arranque garajero de Better Yet, la hipnótica guitarra de Message to Belial, la instrumental 10 more Songs (muy Dick Dale) para cerrar un primer bloque con All the Good, canción que te sumerge en el lado más oscuro de la banda y No Ones Listening con un ritmo pesado de bajo y guitarras cargadas de fuzz.
En la segunda parte del concierto, Clayton hizo de guitarra de acompañamiento y Kacy puso voz y coros en temas de
discos anteriores de la banda, algo más country como Another Year Again (2010), instrumentales como Northumberland West y Rat Creek, canciones más antiguas como Wasnt born to Follow, un cover de The Birds; Born to Follow, las guitarras atmosféricas de Riverview Frog y despidiéndose con el potente Rhythm and Blues de Another Season Again (2017).
Pero fue un preludio de los bises, algo cortos, pero intensos empezando por Another Year Again y su potente batería, que da paso a My Heart of Wood (2007) un tributo a los Good Brothers y cerrando con Dark Eyes, todo un compendio del mejor garaje Surf y los riffs característicos de este movimiento…muy Tarantino.
Aún quedó una pequeña sorpresa tras irse del escenario, con un speed solo de violín a cargo de Travis, ya con las luces dadas y a modo de despedida, aunque espero que no definitiva.
Volvemos a la realidad una vez que abandonamos la sala, pero con un regusto de gran concierto, gran ambiente, y, sobre todo, una gran banda que espero siga transportándonos a otros tiempos y otros lugares.