Crónica: Víctor Robi
Pleno agosto, centro de Madrid, y nosotros nos acercamos a la Wurlitzer para disfrutar de una refrescante doble sesión de metal progresivo. Por un lado, tenemos a Lampr3a, una banda instrumental procedente del País Vasco, que en 2022 editó su primer LP y será la encargada de abrir la noche.
Desde las antípodas viene la otra banda de la noche, The Omnific. Los australianos son una banda de metal progresivo que se caracteriza por estar compuesta por dos bajistas y un batería. Su música es conocida por su complejidad técnica y su
capacidad para crear paisajes sonoros únicos utilizando principalmente bajos y batería, y vienen a presentarnos su último trabajo, Double Malt Ditty.
Empiezan a sonar los primeros acordes de “MAGLA”. Podemos notar ese sonido experimental y agresivo que nos iba a
acompañar durante el concierto. Siguiendo el orden del álbum, disfrutamos de “ROCD”, más melódico que el anterior. Con “Evolve”, la banda nos demostraría que sabe combinar los momentos tranquilos con los más acelerados.
Para estas alturas del concierto, ya habríamos captado la propuesta de los guipuzcoanos, que nos terminaría de convencer con “EVOKE”, que nos hizo agitar a los presentes, y cerrando con, para mí, uno de sus temas más interesantes como es “ESnSE”. Demostraron que son un grupo en buena forma y a tener muy en cuenta en la escena del metal progresivo.
Una vez encendido el ordenador, empezaron a lanzar las melodías de The Omnific. Con “Bass” se desató la locura con una batería que llevaba el peso de la canción y que enseguida captó toda la atención de los allí presentes. Con “Matrices”, el sonido se terminaría de acoplar, entrando ya en ese viaje que nos proponen.
Tras eso, llegaría la melódica “Merlin’s Id”, que nos haría trasladarnos a otros mundos, y volveríamos para agitar nuestras cabezas con posiblemente el mejor tema de su último disco, BaseCamp, donde demuestran porqué son una de las bandas a seguir dentro del género.
Solamente habríamos llegado al ecuador del concierto, que iba de menos a más, y es que la banda parece como esas etapas ciclistas que van cogiendo ritmo y acaban con un final de montaña por todo lo alto. Y fue lo que nos pasó con temas como “Dwam”, “Ne Plus Ultra” o el single de su último álbum, Double Malt Ditty.
Los presentes esa noche en la Wurlitzer pudimos disfrutar de dos excelentes conciertos de rock progresivo. Ambas bandas
demostraron un gran nivel, llegando al punto que no podría decantarme por ninguna de las dos. Así que solo animaros a que, si os gusta el género, les deis una oportunidad y no os perdáis sus futuras visitas.