Crónica concierto Pixies en Madrid
Crónica y fotos: Sergio García Lavilla

Concierto presentación del cuarto disco de la segunda etapa de la mítica banda estadounidense, que toma el nombre de “Doggerel” (2022), o lo que viene siendo, un compendio de aleluyas por permitirnos seguir disfrutando de ellos, después de casi 40 años, de su disco debut “Surfer Rosa” (1988).

Lejos quedan esos años en los que dos compañeros de habitación Joey Santiago (guitarrista) y Charles Thomson IV aka Frank Black, pusieron un anuncio buscando una bajista a la que le gustase tanto el folk como el punk, encontrando a la mítica Kim Deal (ahora sustituida por Paz Lenchantin por motivos comunes en las bandas….no se soportan Frank y ella) y al batería David Lovering, un invitado a la boda de Kim; y que, tras una elección al azar del nombre en el diccionario y publicar la maqueta conocida como The Purple Tape, fueron contratados por el sello 4AD y publicaron 8 temas en el EP Come On Pilgrim……el resto es historia del rock, punk, folk, que tras disolverse en 1993 y volverse a reunir en 2004 para ser a partir de 2013 cuando Paz Lechantin ocupó el puesto de bajista.

Después de su paso por el MadCool este verano, en el que pasaron por todos sus grandes éxitos ante un público, quizás demasiado heterogéneo, se nos había quedado un cierto regusto a poderles ver en todo su esplendor ante la esperada Gira Europea, post pandemia.

Cada concierto de Pixies es único y rara vez repiten setlist, cosa bastante inusual en nuestros días, lo que lo hace toda una experiencia, y que, gracias a nuestros amigos de Live Nation (gracias Eric), nos acercamos a cubrir-disfrutar de los de Boston.

Muchos medios conocidos en la puerta de entrada, lo que es síntoma de estar ante unos grandes, que entramos para tomar posiciones con los teloneros, que en este caso eran los británicos Wunderhorse, proyecto del ex Dead Pretties, Jacob Slater que presentaba su primer LP CUB (2022) con temas tan variopintos como la atmosférica Butterfly, como la eléctrica Leader of the Pack, para llevarnos a la calma de la noventera Purple; un buen preámbulo para lo que nos iba a llegar.

Tras un breve descanso y puntuales como un reloj, saltan al escenario los inconmensurables Pixies, ante un publico que rondaba los 50 y que en muchos casos llevaban a sus hijos para que aprendiesen lo que son los buenos rockeros.

El concierto estuvo rondando las 2 horas, en la que recorrieron toda su discografía, pero que intentaré resumirlo en lo que me parecieron tres partes, con altibajos normales pero que paso a comentar.

Primera parte para entonar al público con temas como Cactus, Vamos, Ana, Brick is Red y, la primera grande, Here Comes your Man, todo un himno que no envejece aunque pasen los años. El sonido era bueno (cosa extraña en el Wizink), el ambiente perfecto, el grupo parecía que iba tomando temperatura a medida que el público coreaba sus canciones y saltaban al son de los acordes de las guitarras de Joey y Frank, lo que presagiaba un concierto de alto nivel.

Segunda parte, quizás la menos acompañada por el público, en la que se centraron en su último LP, con temas como Vault of Heaven, Haunted House, Get Simulated, Theres a Moon, que enfriaron un poco el ambiente pese a Gouge Away un pelotazo punk de sus primeros años con un bajo espectacular, que define perfectamente lo que es la banda.

Tercera Parte en la que sacaron toda la artillería que estaba esperando el fan de Pixies, que ha bebido de los 9 Lps de la banda, y que con toda la cerveza que en casi dos horas había fluido, resultó ser la combinación perfecta. Temas como Hey, Isla de Encanta, Wave of Mutilation, un Debaser Lite (bajado de ritmo), Tame, All the Saints, el Head On de Jesus and Mary Chain, para enlazar con el himno Where is my mind?, con el que el pabellón se vino abajo.

Pero no podían terminar sin el clásico Winterlong de Neil Young con el que pretendieron apaciguar a las fieras que durante dos horas habían estado saltando y coreando sus éxitos (en mayor o menor medida), y que sin bises (algo habitual en la banda) se despidieron de Madrid rumbo a Galicia.

¿Qué me pareció el concierto?, pues sinceramente he presenciado a una de las bandas míticas del rock alternativo más influyentes de la historia, que fueron fuentes de bandas como Nirvana y que sonaron muy bien, con repertorio amplio y ambiente insuperable.

Larga vida a Pixies.