Verona calentó el escenario para Neuman, que dió el pasado jueves en el Joy Eslava el penúltimo concierto de su gira «If», siendo el último el del día 16 en Mallorca. Después de que Verona dejara hipnotizados a los recién llegados con letras como ‘dime dime dime, dónde has ido’ en repetición hasta quedar disueltas entre las guitarras, Neuman acudió a presentar su tercer álbum titulado ‘If’. El primero en salir al escenario es el líder y vocalista del grupo, Paco Román, que coge una guitarra eléctrica blanca y comienza en solitario con la primera canción, a la que se unen después Jesús Peñarrubia y Jose Manuel Sánchez. El concierto comienza tímidamente, con la voz calmada de Román, que progresivamente avanza de la dulzura minimalista al poderío rock. La iluminación adopta tonos azulados y verdes eléctricos, y el cantante rompe de vez en cuando con su presencia estática dando un salto en el compás culmen del tema y agachándose para los guitarreos que elevan los desarrollos instrumentales a lo etéreo.
Neuman pasa de la balada más suave al rock con mayúsculas sin titubeos. El cantante apenas habló hasta llegar al intermedio, pero cuando lo hizo, se pudo entender por qué la noche estaba teniendo una especial carga emocional y melancólica. Se trataba de la salida del grupo del tecladista Jesús Peñarrubia, al que tanto cariño le profesaban Paco Román y el público después de una larga trayectoria. Román comentó también la satisfacción que le provocaba ver tantas caras conocidas entre el público, el apoyo y la finalización de un largo tour que incluso necesitó una parada momentánea para recuperar fuerzas. «Y aquí seguimos», resume con humor el líder de la banda, feliz de haber sobrevivido durante todo este tiempo.
Al acabar esta parada, Paco Román abandona la eléctrica por una guitarra acústica e interpreta una canción en solitario, a modo de agradecimiento. Al terminar, ya no es Jesús el que sale al escenario para hacerse cargo del teclado, sino el joven Dani, que Paco presenta como nuevo sustituto. Esta segunda parte del concierto es más tenue, aunque antes de llegar al final, vuelven a la dinámica del principio para despedir la velada con la misma energía con la que empezaron. Tiran el confeti en la imparable «Turn It», y mantienen el nivel hasta la despedida. No se van sin antes fotografiarse junto con el equipo técnico, y agradecer la asistencia a los allí presentes. Se despiden de Madrid por este año, pero habrá que estar pendientes al nuevo disco anunciado para el 2017.
Texto: Alberto García Méndez