Conciertos en El Sol 2024

Crónica y fotos: Sergio García Lavilla

Nos encontramos con la Gira Europea de presentación del tercer disco de la banda australiana Lime Cordiale, formada por los hermanos Leimbach, que lleva por título «Enough Of The Sweet Talk».

Enclavados en un estilo surf-rock, son capaces de fusionar otro tipo de géneros como el reggae y el pop, con melodías pegadizas y mucho ritmo, que invita a bailar, aunque tengas menos sangre que una momia del antiguo Egipto.

La sala elegida en Madrid no es otra que la mítica El Sol, con un lleno absoluto pese a no ser un grupo habitual en nuestras ondas, con un alto grado de foráneos (universitarios en Erasmus) que hacían cola desde primeras horas de la tarde. Apertura de puertas a las 8, el público se sitúa en primera línea del escenario aunque todavía quedaba ver al telonero, que en este caso fue Pat Burgener, un cantante suizo con un estilo de surfero de Tarifa, que además de ser un snowboarder, nos deleitó con su música ligera, playera, aderezada con speech sobre su vida y como a base de esfuerzo fue superando los impedimentos y temores, que le han permitido llegar a lanzar tres EPs, con temas como «Holding on», «Mexico», «Work it out» y «These Dreams» nos hizo pasar 30 minutos muy agradables a la espera de la fiesta que estaba por venir.

Con la sala Sold Out y tras montar un set de luces sobre el escenario (es la primera vez que lo veo en la Sala El Sol), con un ligero retraso, saltan al escenario con un look muy setentero (Abba style) los hermanos, Oli y Louis, ante un griterio ensordecedor que daba paso a los primeros acordes de «Pedestal», una melodía pop muy fresca con la que arrancan su último LP, enlazando con «Temper Temper», una alegoría de las relaciones tóxicas que da paso al funky upbeat de «Facts of Life» y su crescendo hacia un estribillo en la que el técnico de sonido de la banda colabora con el bajo.

Oli empieza a interactuar tímidamente (luego se fueron animando a base de su marca de cervezas Largo Brewing) con el público al intentar hablar en español (aunque muchos eran foráneos) leyendo apuntes en su setlist, apostando por temas de sus anteriores discos como «Naturally» o la balada «Dirt Cheap» con toques reggae.

El bloque central del concierto estaría basado en su último LP, estructurándolo en partes con interludios instrumentales al estilo AIR, en la que sonaron «Imposter Syndrome», «Big Reveal» o la cover de «Divinyls I Touch Myself» antes de un show que recordaba las peleas de boxeo, en la que los dos hermanos simulaban una pelea (con posturas muy sugerentes…el que estuvo allí sabe a lo que me refiero), en la que Oli salió perdedor ante un público que se lo estaba pasando realmente bien.

El siguiente bloque enlazaría el rapeo muy Blur de «Country Club» y la balada pop Colin que nos hace recordar a otros compatriotas suyos Sons of the East. El ambiente iba subiendo de decibelios (hasta el técnico de la sala dijo que nos pasábamos del límite) acorde al pedazo de fiesta en la que se había convertido el concierto, en la que cantamos el Cumpleaños feliz al batería al coincidir la fecha.

Cuando una banda disfruta se ve, con «Money» hasta había público que pedía si podía subir a tocar el bajo con la banda (no lo tenían preparado ni ocurrió como con Killers en el MadCool), con «Risky Love» en modo MGMT iban anunciando el final, que con «Cold Treatment» se despedían momentáneamente.

Los bises serían tres, algo cortos para como estaba la noche, comenzando en acústico con «Walking up Easy» que en una segunda parte fue con el resto de la banda (el más country de la noche), seguido del dance pegadizo de «Robery» en el que el grupo animó a bailar a la gente, que cada vez se acercaba más al escenario a fin de conseguir algún recuerdo. Fin de fiesta con «Innapropriate Behaviour» que refleja el sonido de la banda en estado puro (de hecho, es versionada por Sons of the East) con coros melódicos muy pegadizos típicos del surf rock australiano.

Gran descubrimiento.

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