Englobado dentro del macroproyecto MadBlue se encuentra el Concierto De Madrid a los Océanos, que reúne artistas de la talla de Kiko Veneno, Miguel Ríos, Lory Meyers, Izal; primer concierto al aire libre sin restricciones, con casi 10.000 personas, en el Parque Tierno Galván de Madrid, que sirve como preludio a los grandes festivales que están por venir (Tomavistas, MadCool, BBK,…..).
Apertura de puertas a las 5 de la tarde bajo un sol de justicia, que, tras la tormenta del sábado por la tarde, no estaba nada claro que no pasara lo mismo (de hecho, llovió un poco).
El parque estaba repleto de gente que hacía cola para entrar, y salvo algún que otro problema habitual, no supuso mucho tiempo de espera. Una vez dentro, el sistema de escenarios me recordó al DCODE, lo que supone que por mucho que te coloques bien, el 50% de los grupos los ves por las pantallas laterales; además, no se publicaron el orden de actuación ni el escenario en el que iban a estar cada grupo, lo que aumentó el riesgo en los grupos más punteros, por movimientos masivos de un escenario a otros sin apenas tiempo entre grupos.
La apertura de puertas era a las 5, pero los conciertos no empezaban hasta las 7, por lo que me acerqué con algo de antelación para conseguir la acreditación. Un poco de caos al principio, pero solucionado por el buen hacer de la organización, que me llevó a la zona de Prensa en la que conseguí el Time Set y el orden de escenarios (error no publicarlo previamente). A simple vista había zonas muy bien delimitadas y mucha gente en la zona alta donde se veían los dos escenarios, ya que desde abajo se perdía visibilidad de uno de los dos escenarios (en el caso del Dcode es muy amplio y permite la visión desde muchas más zonas).
El formato del concierto eran grupos alternando escenarios tocando entre 4-6 canciones para un tiempo de 20 minutos por artista. En mis anteriores crónicas suelo hacer un recorrido por las canciones y explicar más detalladamente como va discurriendo el evento, pero en este caso me voy a limitar a valorar (desde el punto de vista de un simple espectador) el ranking de más flojas a más completas las actuaciones.
Allá vamos
1. Kora: trio desconocido para el gran público con una música más para salas con una acústica más apropiada.
2. Maren: bilbaína con voz muy peculiar que ya la vi junto a Tyler Ramsey en Café La Palma, que cumpliendo con creces no acaba de emplastar con este formato.
3. Los Enemigos: tal vez por ser de los primeros, y que su música era la que más se distanciaba de la mayoría del público, pasaron sin pena ni gloria los chicos de Josele.
4. Kiko Veneno: fue el primero en romper el hielo, con poca gente todavía y todavía sin mucha bebida encima, cumplió cerrando con el clásico “Echo de menos” que, aunque no te guste, acabas moviendo los pies.
5. De Pedro: solo con su guitarra en el escenario no necesita mucho más, pero me resultó frio y poco expresivo para lo que suele ser.
6. Miguel Rios: como siempre cumpliendo en acústico y con una potente voz que a los 77 años sabe lo que se hace y como implicar al público. Demasiado pronto y como con los Enemigos, un poco fuera de la línea principal, pero da gusto verle.
7. Andrés Suarez: para tener 7 discos he de reconocer que no tenía mucha información de este gallego que entra en el vagón de los cantautores tipo Antonio Orozco que mueven muchas fans (con los gritos habituales). Actuación posterior a Maren que activó un poco al público.
8. Izal: no es que lo hicieran mal, pero si eligieron un repertorio que no se adecuaba a un final de fiesta (y menos después de lo que ocurrió). Algo sosos, pero con una legión de seguidores totalmente entregados, más ahora que se disuelven y que tocarán en el Wizink a final de año (todo vendido).
9. Annie B Sweet+Rufus T Firefly: Buena elección de canciones y con Lucia de Rufus a la batería no hay motivo para no hacer un gran concierto.
10. Miss Caffeina: como siempre un caballo ganador, pero le faltó un poco de chispa (demasiados conciertos en poco tiempo).
11. Elefantes: Son de otras ligas, tanto por el repertorio “Azul”, “Te quiero” (cover apoteósico) como por Shuarma, que se mueve por el escenario como pez en el agua. Pese a ser de los primeros, fue uno de los mejores y consiguió que todo el mundo coreara sus temas y disfrutase de su conexión con la gente.
12. Varry Brava: después de haber pasado por el Horteralia, estos alicantinos saben lo que es la fiesta, con su desparpajo, sus canciones (Raffaella, Playa), se metieron al publico en el bolsillo y quizás deberían haber sido ellos los que fuesen a Eurovisión (a lo mejor no está Europa preparada para este torbellino de fiesta).
13. Lory Meyers: en una sola palabra ESPECTACULAR. No eran los últimos, pero si fueron los mejores, por los temas, por como lo vivió la gente, por como Noni se movió entre los dos escenarios (nadie lo hizo) para que todos participasen de forma directa del espectáculo, de como tiró la guitarra, se rasgó la camiseta, todo, absolutamente todo, fue lo que nunca debió irse y que espero que volvamos a retomar.
Si el Concierto hubiese terminado con Lory, podríamos calificarlo de un Notable Alto, pero a veces te sorprenden más los que no cierran cartel que los teóricos head liners (nunca dejéis de ver a los teloneros de ningún concierto).
Y ahora ¿qué?, pues a por el Tomavistas, que será la primera prueba de macro festival a la antigua usanza.
Texto y fotografías: Sergio García Lavilla.
