conciertos Bastille Wizink Center

Ayer sábado 4 de febrero Bastille visitaba Madrid con su Wild Wild World tour, presentando su disco Wild World; en la primera vez que Bastille visitaba Madrid fuera del entorno de un macrofestival. Lo hicieron con un gran despliegue de medios en un gran pabellón, el WiZink Center llegando a llenar toda la pista despejando todas las dudas sobre su éxito ante un público muy joven e internacional.

No estaban solos, antes del concierto de Bastille abrieron dos bandas que los telonearían. La primera de ellas fue Frenship, banda muy del rollo de la banda principal a la que teloneaban, pegando a la perfección para abrir los conciertos y que con sólo un EP y su primer single “Capsize” ya han conseguido colocarla con más reproducciones en spotify que cualquier canción de Bastille (a excepción del superhit “Pompeii”). Con total seguridad los veremos bastante a menudo en festivales y conciertos arrastrando a mucha gente cuando saquen su primer disco.

Después de estos irían Rationale, una banda de pop rock con toques soul gracias a la textura de voz de su cantante que con canciones como “Fast lane” y “Fuel to the fire” se metieron al público en el bolsillo. Fue una muy grata sorpresa ver como un público tan joven, fans incondicionales de Bastille, tienen un comportamiento de diez con las bandas que los teloneaban, no sólo por el respeto e interés de escuchar atentamente sus canciones, sino también por llegar a participar del concierto siendo tremendamente activo a la hora de bailar, alzar los brazos o encender sus móviles para crear una atmosfera con las luces de estos. Esto es muy de agradecer frente a fans de otras bandas que llegan al principio de los conciertos y se sientan en primera fila dando la espalda al escenario y a las demás bandas hasta que empieza el concierto que vienen a ver mostrando una total falta de respeto por quién esta tocando.

Una vez terminado las dos bandas que abrían la noche, unos videos con lo que parecía un presentador de noticias presentaba a Bastille como lo había hecho anteriormente con las otras bandas. Comenzaron su largo set con “Send them of!” y “Laura Palmer” con el público totalmente entregado a sus canciones, su cantante Dan Smith bajó al foso para darse un baño con la multitud cuando llegaron a tocar “Flaws” y terminándola subido en un segundo escenario que se había instalado en el fondo frente al escenario principal, con una altura mucho menor de la que estamos acostumbrados a ver un concierto de gran magnitud. Siguieron con “Oblivion”, la celebrada “lethargy” y su hit “the thing we lost in the fire”, momentos más tarde volvieron loco al público con “of the night” con su líder sobre el segundo escenario haciendo que el público se agachara para saltar al ritmo de la noche (versión del rhythm of the night de Corona) y cerraron con Good Grief, primer single extraído de su último álbum.

Regresaron al escenario con el bis, tocando la tranquila y acústica “two evils” sólo con la guitarra de Will Farquarson y la voz de Dan en uno de los balcones en lo más alto del pabellón con todo el mundo mirando hacia arriba para traer la calma que precedería a la alegría desatada sobre el escenario momentos más tarde con “Icarus” y como no podía ser de otra forma “Pompeii” para cerrar el concierto y dar un golpe sobre la mesa dejando claro que Bastille pueden llenar pabellones por donde quieran que vayan en una larga noche de música que llegó a superar las tres horas.

Texto: Ramón Bravo Martín