Retorno al Wizink Center, después de cuatro años, de la banda canadiense liderada por Win Butler y Régine Chassagne, para presentar su sexto trabajo WE (Columbia, 2022), inmersos en unas acusaciones de abusos de su cantante Win, que salieron a la luz en agosto, por las que ha pedido perdón y, por la cuales, la telonera que estaba prevista para la gira (Feist) abandonó la misma.
Vamos a dejar a un lado toda la parte que no es musical, y centrarnos en lo que nos ofrecieron esta banda fundada en el 2001 por dos amigos de clase (todo un clásico) que consolidó la actual estructura antes del lanzamiento de su obra maestra Funeral (2004) con la que obtuvieron el galardón de mejor disco del año en la MTV y mejor canción con “Rebellion (Lies)”.
Tras Neon Bible (2006), The Suburbs (2010), Reflektor (2013), Everything Now (2017) con ciertos altibajos entre ellos, llega un disco redondo pero lúgubre en cuanto a las letras, que tal vez presagiaban los hechos que he relatado anteriormente.
La apertura de puertas era a las 7:30, esta vez no teníamos acreditación de fotógrafo, tal vez por la ingente cantidad de medios que cubrían el concierto, por lo que tocaba ir a la zona de prensa.
El stage lo componía un escenario principal con una especie de arco (que posteriormente resultaría ser una pantalla que al abrirse proyectaría el firmamento), y un escenario secundario (B-stage) confrontado con un piano central coronándolo, con una bola de discoteca a lo Tony Manero como referente cenital.
Me surgía la duda de quién sería el telonero, pero lo que no me esperaba era a Boukman Eksperyans y sus ritmos haitianos como si estuviésemos en un festival de reggae, cosa que creo que no fue un acierto ya que no tenía nada que ver con el estilo de Arcade Fire. Esta banda, formada en 1978, no fue famosa hasta la década de los 90 con su disco Vodou Adjae una vez que volvieron del exilio a su Haití natal (recordar que la Regine es de allí) y a partir de entonces ha desarrollado el mizik rasin por todo el mundo. Estuvieron alrededor de 40 minutos, en lo que lo más reseñable fue la colaboración de Win Butler en el último tema.
A continuación, un DJ en el B-stage, nos “deleitó” con una especie de sesión de perreo que no tenía mucho sentido, con temas algo freaks del estilo Melody y Bomba Estereo, que intentó amenizar la espera, mientras se iba llenado un Wizink que rozaría el lleno.
Tras soportar esta sesión extraña y una pianola al estilo Far West, empiezan a sonar las notas de Bolero de Ravel durante 10 minutos a todo volumen, que culminan con la salida de la banda, accediendo al escenario por un lateral, bajo un público un tanto desconcertado por lo que llevaba ya a sus espaldas. Tuve la sensación de estar en una película de Kubrick (La naranja mecánica o 2001 Odisea en el Espacio) por el uso de la música clásica para preceder a un clímax que, en la noche de hoy, correspondería a la aparición de la banda caminando a través del público bajo un autentico cielo estrellas, gracias a que el público encendió la luz de sus móviles, al más estilo pulserita de Coldplay.
Una vez acomodados en el escenario (dos baterías incluidas), se abrió el arco dejando ver las estrellas del firmamento que le daba un toque místico a la actuación (¿estaríamos en el Olimpo?).
Primeros acordes de piano de Age of Anxiety I ,entre un humo que cubría todo el escenario y una voz un poco baja con respecto a la música, que rápidamente enlazaron con Ready to Start, con dos baterías en liza y la potencia de la guitarra de Dan Boeckner de Wolfmother. Seguimos con Neighborhoud#1 (Tunnels), todo un himno de la banda de su primer LP, que nos sumerge en lo que va a ser una travesía a través de los himnos de la banda, que con Put Your Money on Me a manos de una magistral Regine, pusieron el listón muy alto para llevar solo cuatro temas.
Con Afterlife (Win atravesando el público para ir al B-Stage) y Reflector activaron la parte de laser de la bola cenital, creando un ambiente techno espectacular al más puro estilo Kraftwerk o Chemical Brothers (estos tíos saben lo que es un espectáculo). Toca el momento de calma con Rabbit Hole que fue coreada por un publico entregado. Toca el momento de temas de su último álbum, arropados por el arco de proyecciones con rayos sobre las notas de The Lightning que dieron paso a el, quizás mejor tema de la banda, Rebellion (Lies) y Here Comes the night time con el que reventaron el Wizink y por el que Win dio las gracias a Madrid por el apoyo que le estaban dando.
Toca revisión de su álbum Suburbs con temas como Moder Man, Suburbs y Sprawl II, en la que Regine emula a su marido atravesando el público y dándose un baño de masas en el B-Stage encima del piano. Terminamos con Lookout Kid y Everything now pone broche final a la primera parte del concierto a la espera de los bises.
Tras unos breves minutos, la banda al completo se dirige al B-Stage para deleitarnos con End of Empire I-III y End of Empire IV, tal vez un poco apretados, pero con el público a muy pocos centímetros (es lo que les gusta).
Con la cover de Spanish Bombs de The Clash, llegamos a lo que es el tema de cierre Wake Up (Funeral 2004) con un Wizink coreando el Oh oh oh oh de su intro. Es quizás el tema más mítico de la banda, que como dice, “ Con mi rayo resplandeciendo puedo ver hacia donde iré”, alargado por un público que no paraba de corear mientras la banda se retiraba por un lateral, tal como llegó se fue.
He visto conciertos de todos los tipos, mejores y peores, en salas pequeñas en el MadCool, Dcode……pero lo que he visto hoy es puro espectáculo en todos sus sentidos. Música espectacular, ambiente envolvente, publico entregado, repertorio impecable…sin dudarlo volvería a verlos.
Crónica de Sergio García Lavilla
Fotografías cedidas por Live Nation