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Los Crystal Fighters eligieron a El Guincho como uno de los teloneros para sus conciertos por España y Portugal, y el compositor aprovecha la oportunidad para llevar su peculiar estilo electrónico al Barclaycard Center (también llamado ahora WiZink Center). El último trabajo del canario, (Hiperasia), destaca por la voz del cantante editada como si de un intérprete de reggaeton se tratara, que da vida a instrumentales indietrónicas con toques latinos. Pese a ser un artista en solitario, es acompañado por otros tres músicos en el escenario, y El Guincho canta mientras se ocupa de uno de los teclados.

Con algo más de media hora de retraso, dos músicos vestidos de blanco comienzan un ritmo de percusión que anuncia la llegada inminente de Crystal Fighters, la pista del Barclay está a rebosar. Detrás del escenario se encuentra un gigante mosaico de una mujer en la naturaleza. Se trata de la portada de su último álbum «Everything Is My Family», cuyo tour terminó este domingo 11 de Diciembre en Madrid. Los bordes del escenario están cubiertos de vegetación que llega hasta los extremos del micrófono. Una vez que estos dos músicos dejan de tocar el txalaparta, (instrumento habitual en la discografía de Crystal Fighters) y dejan la tensión en el aire, se escucha el peculiar monólogo que inicia el disco. Después de este discurso, todos los integrantes suben al escenario y comienzan el show.

Sonidos tropicales y ritmos africanos que transportan la sala a un salvaje baile alrededor de la hoguera, no solo divirtiendo sino llamando a la concienciación y expresión del amor que sentimos por los que nos rodean, (de ahí el título del álbum). Uno de los integrantes hizo incapié en esta «ceremonia», tal como lo definió el, invitando a todos los presentes a abrazar a sus allegados. Anuncian la presencia de un nuevo baterista después de que el anterior, Andrea Marongiu, falleciera hace dos años. El líder vocal del grupo, Sebastian Pringle, no siente vergüenza al hablar español, y entabla contacto con el público en este idioma durante todo el concierto.

Hacen un descanso al terminar «You and I», y liberan confeti y pelotas que el público se va pasando como globos cuando estaban ya cerca de terminar el show. Sus fans pudieron hartarse de saltar y gritar con canciones como «Good Girls» o «All Night», que recuerdan que hacer un himno pop fiestero con letras simpáticas que no incluyan referencias al alcohol o drogas también es posible.

Texto: Alberto García Méndez