Crónicas conciertos metal

Por Víctor Robi

Esta noche nos acercamos a Vistalegre para disfrutar de uno de los Route Resurrection más especiales del año, y es que no todos los años se celebran los 20 años de dos discos tan míticos del metal como «The Poison» de Bullet For My Valentine y «Ascendancy» de Trivium.

Sin embargo, antes de entrar en faena con estos dos mastodontes, aparecieron en escena Orbit Culture, que con su death melódico conquistaron al público creciente durante su actuación, donde pudimos disfrutar de temas como «From the Inside» o la que sirvió como cierre, «Vultures of North». Dejaron un buen sabor de boca.

Los primeros en salir serían los americanos, que con un comienzo arrollador con «Rain» sonaron a la perfección. Se nota la experiencia de la banda, que a pesar de su juventud lleva ya un cuarto de siglo tocando. Le seguirían los coreados «Pull Harder on the Strings of Your Martyr», «Drowned and Torn Asunder» o mi favorita del disco, «Ascendancy», que sonó atronadora.

Tras eso, llegaría el solo de batería que marcaría el ritmo para la espectacular aparición de Monte, que nos acompañaría con «A Gunshot to the Head of Trepidation», haciendo saltar a todo el pabellón y dando paso a una segunda parte más animada del público presente. Con «Dying in Your Arms» consiguieron los coros y las palmas de los allí presentes, demostrando la conexión entre la banda y el público. Tras esa canción, nos recordaron que su primer concierto en España fue en la Moby Dick ante 20 personas, pero que fue espectacular por su entrega.

Para la parte final del concierto, sacamos los móviles para «Departure», habiéndonos recordado antes que el metal puede ser una vía de escape a nuestros problemas, y el melocotonazo «Declaration». Para el bis se guardaron «In Waves», que sacó todas las energías de los allí presentes, dejando el listón en lo más alto.

Cinco minutos antes de la hora marcada, salieron los galeses a darlo todo con «Her Voice Resides» ante un público animado. Sin tiempo para respirar, se sucedieron «4 Words (to Choke Upon)», qué es brutal en este álbum, y para la introducción en acústico de «Tears Don’t Fall» ya tenían al público en sus manos, acompañando a Matt Tuck, que durante la actuación supo llevar al público para que acompañarán con palmas o con coros, como pudimos ver en «Hit the Floor».

El momento de la actuación llegaría con el melocotonazo «All These Things I Hate (Revolve Around Me)», donde mostrarían su cara más melódica. Sin embargo, el romanticismo duró poco, desatando un pogo circular gigante con «Hand of Blood». La actuación estaba siendo excelente, como pudimos escuchar en los temas «Room 409» o «The Poison», que fue recibido con especial entusiasmo, agitando sus brazos al ritmo de la canción.

Para la parte final se guardaron «Cries In Vain» y, como era de esperar, finalizaron con «The End». Para el bis, ya nos saldríamos del mítico LP para escuchar la genial «Knives» o «Waking the Demon», que dejaron el listón por todo lo alto y a un público que se quedó claramente con ganas de más. La buena noticia es que la banda anunció que sacarán disco el año que viene y que se dejarán caer por nuestro país de nuevo. ¿Será un posible cabeza del Resurrection Fest del año que viene? Esa respuesta solo la sabremos con el tiempo.

Fue una gran noche de metal donde pudimos disfrutar de diferentes variantes del mismo, quedando especialmente satisfechos con la actuación de estas dos míticas bandas. Sin embargo, si hubiera que elegir una ganadora, fueron los americanos Trivium, que consiguieron transmitir esa energía brutal del directo frente a unos Bullet For My Valentine que, pese a una actuación impecable, no consiguieron llegar al punto de los primeros.