Crónica: Víctor Robi
En esta ocasión nos acercábamos a la Riviera para disfrutar del grupo Bombay Bicycle Club, los británicos venían a presentarnos su reciente álbum ‘My Big Day’, en el que podemos encontrar colaboraciones de grandes artistas como las de Damon Albarn, Jay Som, Nilüfer Yanya o Holly Humberstone.
Retrocedamos en el tiempo para detallar un poco su trayectoría, es una banda británica de indie rock que se formó en Crouch End, Londres, en 2005. La banda está compuesta por Jack Steadman (voz principal, guitarra, piano), Jamie MacColl (guitarra), Suren de Saram (batería) y Ed Nash (bajo). Se nombraron a sí mismos en honor a una cadena de restaurantes indios en la zona de Londres.
La banda llamó la atención y ganó popularidad con su álbum debut, “I Had the Blues But I Shook Them Loose”, lanzado en 2009. El álbum mostró su sonido enérgico y ecléctico, con influencias del indie rock, folk y música electrónica.
Volviendo al concierto tuvimos que esperar 20 minutos de la hora programada para la salida de Jack Steadman y compañía con un intento de animar al público, mayoritariamente británico, lanzando confeti como si en una fiesta estuviéramos.
En este primer tramo del concierto podríamos disfrutar de los nuevos temas del disco como Just a Little More Time, I Want to Be Your Only Pet, Feel o Overdone, en esta última, llamando a la colaboración del público al seguir a los bongos que marcan la canción y quedándonos claro tras esto que son uno de los referentes del Indie Pop de las islas.
Seguiríamos con el tema que da nombre a su último álbum My Big Day, en una clara referencia a una fiesta de cumpleaños, le seguiría Tekken 2, donde la corista daría un paso adelante en el escenario, ganando se los vítores de los allí presentes sacando un ritmo más soul. A estas le seguirían Lights Out, Words Gone y Everything Else Has Gone Wrong donde llamarían al público a cantar juntos los estribillos.
Llegaría uno de los momentos de la noche con el melocotonazo Eat, Sleep, Wake (Nothing but You) que pondría patas arriba la Riviera por primera vez en la noche, una vez entrando en clímax, mostrando su lado más rockero con Evening/Morning, donde por momentos parecía que a Jack le estuviera dando un telele de cómo se movía por el escenario.
Como suele pasar tras la tormenta, llega la calma con Diving en acústico de Jack y la corista, donde para mi sorpresa el público respetó el silencio que requería el momento de manera excelente.
Pasada la hora de concierto, ya encarrilaríamos el tramo final de conciertos, y sería donde tirarían de clásicos de la banda como Luna, Shuffle, How Can You Swallow So Much Sleep.
Para él bis se reservarían la conocidísima Always Like This que por supuesto haría gozar a los allí presentes, y tras 90 minutos aproximadamente de concierto estos británicos se despedirían de Madrid, esperamos que no tengamos que volver a esperar 10 años para poder disfrutar de su sólido directo, y es que a pesar de no ser sobresalientes en ningún punto sí que son notables en la mayoría añadiendo al buen rollo que transmiten hacen que su concierto hiciera que un lunes fuera menos lunes.