Crónicas conciertos Madrid

Crónica: Víctor Robi

Para un servidor, los Artic Monkeys es hablar de horas de escuchar sus canciones mientras hacía los trabajos de la universidad, de cervezas en los pubs Indies de Granada con mis amigos y de una espinita clavada que hoy me iba a quitar. Por desgracia, sus dos últimas visitas a España no pude disfrutar de ellos, en una por motivos académicos y en otra por encontrarme en Bilbao disfrutando de ese maravilloso festival que es el BBK Live.

Antes de nada, primero repasemos brevemente la meteórica carrera de estos chavales de Sheffield que allá por 2006 su primerdisco se convirtiera en el debut británico más vendido en la historia, con más de 300 mil copias vendidas en su primera semana en el mercado y además ganará el premio al Mejor Álbum Británico en los Brit Awards 2007. Y esto solo sería el comienzo hasta alcanzar la cima de la fama con AM, el disco que los convirtió en los ídolos de masas que son ahora y que los ponen a la altura de las grandes bandas de rock. Y hoy vienen a presentarnos su séptimo álbum de estudio, The Car, más pausado que sus discos iniciales y que requiere una digestión más lenta.

Pero antes vayamos con el telonero de esta noche Willie J. Healey este chico proviene de Inglaterra al igual que los principales de la noche y tiene un estilo musical que combina el indie rock con elementos de pop y folk. Y en su haber encontramos un par de álbumes, People and Their Dogs en 2017 y Twin Heavy en 2020. Se apagan las luces y suenan unas guitarras, Willie entra en acción y el público se anima, ya hay más de media pista presente. Tras un inicio donde los instrumentos se mezclaban y sonaban distorsionados, lograron solucionarlo a la mitad de la segunda canción, lo que nos permitió disfrutar de ese temazo que es Little Sister. Llegando al clímax cuando suena Thank You, el tema que grabó con Jaime T,así mismo el público presente lo acompaña con palmas y coreando el estribillo. Su actuación claramente fue de menos a más y mucho más guitarrera que sus canciones de estudio nos hacía presagiar.

Tras un breve retraso de la hora marcada, Alex Turner y compañía salían a escena, comenzando con la enérgica Brianstorm poniendo patas para arriba el WiZink a reventar. Después de saludar y con el coro de la gente de fondo pasamos a Snap Out Of It, a la genial Don’t Sit down ‘Cause I’ve Moved Your Chair y continuamos con los clásicos Crying Lightning y The View From the Afternoon.

Llegó el momento donde Turner se vino arriba con Four Out Of Five, y como si se hubiera convertido en Elvis, nos encandiló con su voz y una estudiada coreografía que acompañaba a la letra. Siguiendo con el momento más melódico del concierto llego el momento de Big Ideas donde todo el palacio de los deportes acompaño al grupo con sus teléfonos móviles.

Tras este impasse volvieron las guitarras que para eso fuimos o no y que mejor que Why’ d You Only Call Me When You’ re High? y Arabella con la cual volvieron a levantar a todo el público, se nota que el disco estrella es el AM. Luego en mi opinión, la sorpresa de la noche al sonar My Propeller del disco Humburg y que no venían interpretando asiduamente en esta gira.

A continuación vino un solo de guitarra de Alex Turner, en mi mente pensé ahora se viene temazo, efectivamente llegó el momento de Fluorescent Adolescent y todo el público le correspondió tarareando y bailando, un servidor incluido. El sonido estaba siendo impecable y así siguió con Knee Socks, Do Me A Favour que arrancó a cantar a los fans de los antiguos monos y Mirrorball que Turner empezó dirigiendo como director de orquesta a la banda, además de hacer funcionar y desplegar la bola de discoteca que habían instalado en el escenario.

El incendio continuó volviendo al 505, al que el nuevo juego de luces le sentó fenomenal, tras esto llegó Start Treatment. Para finalizar antes del bis pudimos escuchar Do I Wanna Know?

con el fervor que era de esperar y Body Paint, la canción de los últimos discos que mejor encajó en el show.

En el bis comenzamos con una pausada Sculptures Of Anything Goes que dio paso a la aclamada I Bet You Look Good on the Dancefloor y la que podemos decir que es su hit más conocido R U Mine?.

Lo cierto es que el concierto fue brutal, no fui capaz de encontrar un fallo en cuanto a la interpretación en ningún momento y Alex Turner es un showman increíble en ocasiones demasiado egocéntrico, pero tiene ese aire de los grandes como Nick Cave o Gainsbourg, que dice me lo puerto permitir.

Por poner un punto negativo a tan brillante concierto las nuevas canciones a pesar de no ser malos temas, incluso algunas mejoran en directo, no llegan al nivel marcado por las anteriores y se nota durante el concierto.

No obstante, si te gustan los monos de antes o los de ahora o ambos, son unas de las grandes bandas de rock que nos ha dado el siglo XX y como tal debemos disfrutarla.¡Larga vida a los monos del Ártico!