Crónica: Víctor Robi
Una noche más volvía a la sala El Sol, y en esta ocasión para ver a mis paisanos de **Apartamentos Acapulco**. Los granadinos cerraban su gira de **La Reconciliación** tras su paso por toda la península en una noche que sería para recordar.
Antes de empezar con la crónica, conozcamos un poco más sobre ellos. Es una banda de música indie-pop originaria de Granada, que toma su nombre de una urbanización en la costa de la provincia. Formada en 2015 por el dúo Angelina Herrera (voz y teclados) e Ismael Cámara (voz, guitarra y teclados), se ampliará hasta los cuatro miembros que son actualmente. Su sonido se caracteriza por recoger el indie de los 90s, en especial en el espectro del noise, dándole un toque personal como distintivo.
Los teloneros de la noche serían **Patronato**, la banda que nació el año pasado, defendiendo de manera más que buena los temas que nos presentaron durante su actuación, destacando «Zelenski», el que tenéis disponible en las redes y que os animo a escuchar, ya que no os va a defraudar.
Empiezan a sonar los acordes de su tema «Intro» mientras los miembros de la banda se van colocando en su lugar, empezando con «Ahora sé», que desde un primer momento nos muestra el noise que nos acompañará durante la noche y llevaría de viaje al público que llenaba la Sala El Sol. Le seguiría el contrapunto que aporta «Estrella de los mares», donde recuerdan a la super banda Los Evangelistas con esa mezcla del folklore con lo vanguardista que sienta de manera fenomenal, pudiendo ser considerado un guiño a su Torrenueva natal. Cerrando el inicio con «Nuestro mejor momento», que levanta los primeros ánimos con un ritmo más del powerpop que agita a los asistentes a través de la voz de Ismael.
Volveríamos a sus inicios con «Romance de Verano», que, como ellos mismos han dicho en alguna ocasión, es una canción granadina por la clara influencia de Los Planetas en la misma y que venía fenomenal como previa al Día de los Enamorados. A esta le seguiría «La mujer y el monstruo», que nos recuerda a grupos como Luna. Con la siguiente llegaría uno de los momentos más especiales de la noche, en el que nos anunciaban que iban a ser padres de nuevo, dedicándoles a sus hijos «Dos días contigo». Y tras el momento hermoso de la noche, dieron paso a los riffs que se clavan como puñales de «No entiendo ni quiero», que nos recordaron a J Mascis y compañía, regalándonos uno de los mejores momentos a pesar de algún desafine puntual. Y tras esa locura, llegaría «Migajas», que perfectamente la podrían haber firmado Los Fresones Rebeldes.
Para la traca final nos guardarían grandes temas como «Scarlett», «Alguien normal», el melocotonazo de su último álbum *La persiana* en la que se nota la influencia de Mariano, el bajista, con ese toque más juvenil, o la coreada «Camino», con la que cerrarían la actuación.
La noche se pasó volando con este par de grupos que son el claro ejemplo de lo que el indie actual debe ser, y no es otra cosa que fiel a sí mismo sin necesidad de seguir el camino que marca el mercado o las vertiginosas redes sociales. En lo que respecta a los cabezas de cartel, mostraron un muy buen nivel, consiguiendo mezclar todas esas influencias de los 90s, dándoles un toque especial, sobre todo cuando Angelina nos traslada a otros mundos.
