conciertos 10 diciembre

Un agudo sintetizador anuncia la subida de Aurora & the Betrayers al escenario, los Betrayers se instalan en la sala But empezando con una instrumental en la que Aurora García aún no está presente. El grupo cuenta con dos instrumentos de viento además de guitarras, teclados y batería, responsables de la atípica personalidad del grupo. Al finalizar esta pieza, la cantante acude a reunirse con sus compañeros adoptando el centro del escenario y el público vitorea. Aurora viste la misma chaqueta negra con adornos dorados que luce en su último videoclip, (estrenado hace tan solo una semana), y camisa blanca. No ha cambiado tampoco su ya tradicional flequillo y pelo castaño cortado por los hombros. Desde el principio hasta el final, Aurora dota a la escena de una gran teatralidad. Abre los ojos exageradamente y adopta un personaje muy característico.

Dos coristas (Carolina García y Verónica Ferreiro) acompañan a Aurora, que a diferencia de otras agrupaciones, ocupan un primer plano en el directo, el volumen de sus micrófonos no queda lejos del de la cantante principal. Y es que no interpretan simples melodías de apoyo, sino voces indispensables para el desarrollo de la canción. Lo que tampoco pasa desapercibido es la coreografía que llevan tanto las coristas como Aurora con genial soltura, Aurora es dinámica todo el tiempo y usa el movimiento para darle más vida a este drama musical en el que se convierte el directo del grupo.

La voz de Aurora es fuerza y chuleteo, un torrente de sonido que junto al igual talento de las coristas no deja indiferente. El de este sábado 10 de Diciembre en Madrid fue su último concierto del año, en el que presentaron los temas de su segundo álbum de estudio ‘Vudú’. Anuncian nuevas salidas e incorporaciones del grupo, como la unión del tecladista Luis Pinel. A lo largo de la noche, Aurora dedica sarcásticamente el tema “Who do you think you are?” a todos aquellos irrespetuosos que molestan en una sala de cine o en un concierto a los que están interesados en disfrutar del espectáculo, y envía otra a su expareja, que le “enseñó cómo no se debe amar a una persona”. Fue una noche de emoción para los miembros del grupo, que no pudieron evitar soltar alguna lágrima ya sea por la despedida del año en los escenarios o por el adiós a uno de sus integrantes.

Texto: Alberto García Méndez